A mi familia siempre le ha gustado la
artesanía, las manualidades, la música, la interpretación, la implicación
directa con la naturaleza, la tierra, el mar, el campo, lo hecho con tus
propias manos, lo cuidado con dedicación, esmero y amor. Mi madre siempre ha
estado con su aguja y dedal, sus patrones, sus máquinas de coser y sus
proyectos alrededor del mundo de la costura. Así que yo desde muy pequeña he
vivido esas experiencias y he disfrutado con ellas.
Valoramos muchísimo aquellas cosas
que nos regalan a mí y a mi marido como a nuestras hijas hechas de manera
artesanal, porque sabemos que una parte de tu tiempo lo has empleado en hacerlo
y que has puesto mucha ilusión en que quede precioso para regalarlo con toda tu
ilusión.
Por eso mismo, quiero que en
ChimCataPum haya hueco para poder mostrar todas esas cosas que nos regaláis y
queremos que todos las podáis ver, porque realmente merecen un espacio dentro
de mi blog.
Estamos rodeados de artesanos y de
personas habilidosas a las que adoramos y valoramos. Gracias a todos/as.
Hoy os quiero enseñar estos cuencos
hechos de crochet, que Carmen una señora ya muy mayor ha regalado a mis hijas,
uno a cada una. A pesar de su avanzada edad siempre está inmersa en el mundo
del punto y del crochet y disfruta muchísimo con ello. Consigue hacerlos
introduciendo el tapete que elabora en un cuenco lleno de agua y azúcar, ahí lo
tiene un tiempo y luego lo pone a secar, quedan realmente sólidos.
Gracias Carmen son preciosos. Gracias
por tu tiempo empleado en elaborarlos. Muchas Gracias.
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